Juan, Emily, Pablo y María son un grupo de amigos que viven en el barrio de Malasaña, en el centro de Madrid, y van al colegio Pi y Margall, que está al lado de la plaza del Dos de Mayo.
A los niños les encanta el recreo pero no les gusta jugar en el patio del colegio.
En el patio del colegio no da el sol directamente y no hay suficiente espacio para que jueguen todos. Es un sitio muy ruidoso porque está rodeado de edificios y el sonido rebota en las paredes del patio. Además, desde el patio solo se ven otros edificios.
Actualmente, en horario lectivo los estudiantes se arrinconan en el patio y la plaza permanece semivacía. En horario no lectivo, el patio se vacía y la plaza se llena.
¿Por qué no jugar en la plaza?